Por la costa de Hermosillo, Sonora, se cuenta una peculiar historia de un hombre que no es nada parecido a cualquier otro, es la historia de Ramón, pescador de oficio, trabajo al que le ha dedicado más de 30 años de su vida.
Ramón Héctor Fierros Gutierrez, sufre de una terrible mutación en la piel, su extrema resequedad y tonalidad azul asemeja a las escamas y debido a que no tiene poros, no puede sudar como cualquier humano normal, lo que provoca que la piel se le caiga con facilidad y le genere grandes bultos de piel muerta en su cuerpo.
A sus 43 años de edad, Ramón padece lo que podría ser un tipo de Ictiosis (Ichthy viene del griego y significa pez), una enfermedad congénita dermatológica y crónica, la cual consiste en resequedad de la piel, comezón, ardor y la caída de la misma, sin embargo, no se ha logrado que su raro padecimiento sea identificado.
“Las gentes dicen que me transformé en pescado porque trabajaba mucho rato en el mar y que la sal había causado esto en mí, mis padres también pensaban eso, que nomas por nacer cerca del mar mi piel se hizo así, todos creíamos esas historias” comentó Ramón Héctor.
Al platicar con él, con gran carisma, nos contó que, a estas alturas de su vida, no le molestan mucho sus apodos de “Hombre Pez”, “Acuaman”, “Pescado”; debido a que así se le llamaría por el simple hecho de ser pescador, además confesó que él da motivos para el apodo, ya que se la pasa sambutiéndose en el agua.
“Mi piel se siente mejor en el mar, no me da tanta rasquera, en veces siento que en verdad soy un pescado, y no tiene nada de malo, los peces son los que le dan vida al mar. Yo se que solo soy un pescador, un trabajador más, soy Ramón Fierros; pero cuando estoy en el agua soy uno más de ellos, de las miles especies que me rodean en el océano y soy uno de los pocos en tener esa doble dicha” finalizó.