miércoles, 2 de julio de 2014

Sorprendente caso de hombre fenómeno en la costa de Hermosillo





Por la costa de Hermosillo, Sonora, se cuenta una peculiar historia de un hombre que no es nada parecido a cualquier otro, es la historia de Ramón, pescador de oficio, trabajo al que le ha dedicado más de 30 años de su vida.

Ramón Héctor Fierros Gutierrez, sufre de una terrible mutación en la piel, su extrema resequedad y tonalidad azul asemeja a las escamas y debido a que no tiene poros, no puede sudar como cualquier humano normal, lo que provoca que la piel se le caiga con facilidad y le genere grandes bultos de piel muerta en su cuerpo.

A sus 43 años de edad, Ramón padece lo que podría ser un tipo de Ictiosis (Ichthy viene del griego y significa pez), una enfermedad congénita dermatológica y crónica, la cual consiste en resequedad de la piel, comezón, ardor y la caída de la misma, sin embargo, no se ha logrado que su raro padecimiento sea identificado.

“Las gentes dicen que me transformé en pescado porque trabajaba mucho rato en el mar y que la sal había causado esto en mí, mis padres también pensaban eso, que nomas por nacer cerca del mar mi piel se hizo así, todos creíamos esas historias” comentó Ramón Héctor.

Al platicar con él, con gran carisma, nos contó que, a estas alturas de su vida, no le molestan mucho sus apodos de “Hombre Pez”, “Acuaman”, “Pescado”; debido a que así se le llamaría por el simple hecho de ser pescador, además confesó que él da motivos para el apodo, ya que se la pasa sambutiéndose en el agua.

“Mi piel se siente mejor en el mar, no me da tanta rasquera, en veces siento que en verdad soy un pescado, y no tiene nada de malo, los peces son los que le dan vida al mar. Yo se que solo soy un pescador, un trabajador más, soy Ramón Fierros; pero cuando estoy en el agua soy uno más de ellos, de las miles especies que me rodean en el océano y soy uno de los pocos en tener esa doble dicha” finalizó.

El famoso rostro de Dallas Wiens



Dallas Wiens es originario de Dallas Texas, tiene 25 años, esta casado y es padre de una niña. A los 15 años aprendió el oficio de albañil el cual fue perfeccionando con la ayuda de su padre, aunque nunca llegó a ganar millones como obrero en una construcción Dallas Wiens vivía bien al lado de su familia. Así era la vida de este hombre hasta un día de verano del año 2008.


Tras un accidente horrible con cables de alta tensión hace dos años, Wiens sufrió quemaduras tan graves en el rostro que lo dejaron terriblemente desfigurado: sin ojos, nariz, cejas o labios, aunque los doctores pudieron injertarle piel y músculo de su propia espalda y muslos en el cráneo.


Dallas C. Wiens ha superado obstáculos burocráticos para buscar un donante y someterse a un trasplante de rostro que le devuelva la sensación del tacto en la cara. Quiere sonreír, oler la lluvia y sentir los besos de su hija de tres años.


La operación fue realizada en marzo por un equipo de 30 personas dirigidas por el cirujano plástico, Bohdan Pomahac, para quien se trata del primer trasplante total de cara efectuado en Estados Unidos.

La operación, evaluada en 300.000 dólares, duró 15 horas y fue financiada por el ministerio estadounidense de Defensa en el marco a su apoyo a la investigación para los mutilados de guerra.

El primer trasplante total de cara, que incluyó los párpados y el sistema lagrimal fue realizado en Francia en junio de 2010.


A 3 años del terrible accidente, Dallas Wiens fue sometido a una cirugía de 15 horas realizada por un equipo multidisciplinario conformado por más de 30 médicos. En conferencia de prensa con la presidenta del hospital Brigham, la operación fue todo un éxito, el joven Wiens pudo recibir el tejido de un donante anónimo sin ningún problema.


Una familia supera el síndrome del hombre lobo



Se llama Devi Budhathoki. Tiene 38 años, y tanto ella como sus hijos están afectados por la enfermedad de la hipertricosis, también conocida como «síndrome del hombre lobo».


Ella y sus dos hijos mayores, Manjura, de 14 años, y Niraj, de 12, se han sometido a un tratamiento de depilación láser en el hospital de Dhulikhel en Kavre, a las afueras de la ciudad más grande de Nepal, Katmandú. Así es como han conseguido eliminar gran parte del vello que cubría su cuerpo en tan solo unos meses.


Devi tiene un hijo más, Mandira, de siete años, que también padece la misma enfermedad, aunque debido a su edad todavía no se ha sometido al mismo tratamiento que su madre y hermanos. Todos ellos viven en un pequeño pueblo nepalí, desde donde se han tenido que desplazar a la capital para recibir el tratamiento.


Se trata de una enfermedad congénita, que es transmitida de madre a hijos. Aunque no tiene cura para las formas de hipertricosis congénitas, sus efectos pueden ser reducidos a través de la depilación. Aunque este tratamiento puede tener efectos adversos, como dermatitis o hipersensibilidad.

Una extraña enfermedad convierte a un hindú en elefante



Sahajul Sheikh, un hombre de 46 años que pasa sus días mendigando por las calles de la Srinagar (en la India), se ha convertido en el nuevo «hombre elefante» debido a la «elefantiasis», una extraña enfermedad que ha provocado que su pierna derecha se hinche de manera exagerada, según afirma la versión digital del diario «Daily Mail».


La «elefantiasis», enfermedad que suele producirse en los países de clima cálido, es una dolencia que –usualmente- provoca lainflamación anormal y la hinchazón hasta unos límites increíbles de las extremidades inferiores y superiores, así como los genitales en el caso de los hombres.


Tal es el caso de Sheikh, cuya pierna derecha se ha hinchado hasta tal punto que el hombre se ve obligado a usar pantalones cortos y tiene dificultades severas para moverse. A su vez, el dolor que siente por debajo de la pierna derecha le impide desplazarse con normalidad.


Con todo, este indio se siente afortunado pues, según afirma, gana unos400 euros al mes mendigando durante la época del Ramadán (donde es obligatorio para la población musulmana pagar una limosna a los poco afortunados).